La gestión colaborativa de lo público

Published on: December 30, 2022 | Reading Time: 7 min | Last Modified: December 30, 2022

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Vivo en un pueblo, de unos 1300 habitantes, dentro de un municipio que tiene alrededor de 35 mil. Es un pueblo pequeño, con la dispersión típica gallega, grupos de casas aislados pero cercanos entre sí. No se puede decir que haya un núcleo urbano como tal.

Las calles o carreteras, aquí es difícil diferenciar una cosa de la otra, no están especialmente bien mantenidas. La política de ya se harán las aceras las vecinas cuando construyan su casa, hace que las calles, o carreteras, tengan formas irregulares, que haya postes de alumbrado o telefonía en medio de los caminos, o que los tramos de acera estén inconexos. A todo eso se le suma un firme, en la mayoría de los casos en bastante mal estado.

No sería un sitio que animase mucho a salir a dar un paseo, salvo por la ventaja del poco tráfico, que al final hace que puedas salir y caminar casi por el medio y medio de las calles, o carreteras. Siempre le he dado vueltas a cual es el motivo de esta falta de mantenimiento de lo público, por parte de un ayuntamiento que en realidad tiene un gran presupuesto. La primera pregunta que me viene a la cabeza es… ¿son conscientes de qué esto esta así?. En realidad es una pregunta bastante ingenua, porque la respuesta es que sí lo son, obviamente. Pero me da pie a hablar de la gestión de datos cartográficos en los ayuntamientos, que es de lo que va este post en realidad.

Los ayuntamientos, hablando en general, no suelen hacer un gran uso de la información geográfica como apoyo a sus tareas de gestión. En muchos casos ni siquiera disponen de buenas fuentes de información. En el mejor de los casos tendrán algo de cartografía proveniente del PXOM -el Plan Xeral de Ordenación Municipal- que estará en formato CAD y será una foto fija del momento de su elaboración. Algunos ayuntamientos parten de esa información para generar, e intentar mantener actualizado, un callejero municipal, y poco más.

Para encontrar una fuente de información geográfica municipal el siguiente nivel es buscar en las Diputaciones, que con el encargo de realizar la EIEL -Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales- sí disponen de algo de cartografía a nivel municipal, que se va actualizando, más o menos.

Mapa calles eiel

Buscando información sobre las calles, o carreteras, de mi pueblo, encontré la información correspondiente de la EIEL, que se puede ver en la captura del visor de mapas del Ministerio. Uno de los parámetros de información que se recoge es el estado del pavimento, así que podemos “tematizar” el mapa por él. Los resultados no encajan exactamente con mi experiencia de usuario, demasiado verde para la realidad del estado del pavimento actual. Los datos en teoría están actualizados a diciembre del 21, ya que la EIEL se realiza de forma anual. Por mi experiencia habiendo trabajado durante varios años en varias “eieles”, sé que actualizar todas las infraestructuras, de todos los municipios, todos los años, es inviable con los recursos que se destinan. Y en realidad hacerlo implicaría destinar una cantidad de recursos enorme. Por eso, cada año se priorizan zonas, tipos de infraestructuras, etc. Así que la realidad es que la información es fiable a medias. Habrá casos en los que concuerde con la realidad, pero otros, como el que tenemos delante, que para nada.

Las administraciones públicas sólo conocen, simplificando, una forma de hacer las cosas, los contratos públicos. Para eso hace falta presupuesto, y estos no son infinitos, así que hay que estar haciendo equilibrios entre gastar en una cosa, dejar de hacerlo en otra, sacar de aquí y poner allá. La colaboración ciudadana está poco o nada explorada, al menos en ciertos ámbitos. A quienes siempre habéis vivido en una ciudad, os parecerá raro el hecho de tener que hacer mantenimiento de las infraestructuras municipales, para eso está el ayuntamiento y su personal. Pero en el rural es algo más habitual. Aquí se asumen trabajos que corresponderían al ayuntamiento, pero que no hace, a veces por falta de recursos, otras simplemente por dejadez o porque el rédito electoral es bajo y no compensa. Cierto es que esta colaboración ciudadana se va perdiendo poco a poco, cada vez exigimos más, para eso pagamos nuestros impuestos. En otras épocas era más habitual que las vecinas arrimasen el hombro para tener el pueblo limpio y lustroso. Aquí en Galicia en realidad hay muchos ejemplos de gestión ciudadana de lo común, comunidades de montes, de agua, mantenimiento de caminos vecinales. Hoy en día, en muchos casos, si hay malas hierbas delante de tu casa, las quitas, a riesgo de que te invadan por una parte, y por otra, porque lo que tenemos que ver todos los días, cada vez que entramos y salimos de casa, nos gusta que esté como mínimo curioso. Pero es que los seres humanos somos así, nos gusta identificarnos y hacer nuestro aquello que nos es familiar. Hablamos de “nuestra calle”, “nuestro barrio”, “nuestro pueblo” o “nuestra ciudad”, como si nos perteneciesen. Nos gusta sentir que somos parte de algo y si hay que contribuir lo hacemos.

Ese sentimiento humano en realidad está poco explotado en algunos ámbitos. En el lado de la gestión de lo público las experiencias que se han hecho aquí en España suelen ir por la recopilación de incidencias reportadas por la ciudadanía. Estos son claros ejemplos de mal uso de la tecnología. El problema no es poner una aplicación móvil a servicio de la ciudadanía para que ésta reporte farolas sin luz o baches en las calles y aceras. Eso siempre se hizo llamando al ayuntamiento o en los pueblos diciéndoselo directamente al alcalde o concejales cuando les ves. El problema y el reto está en canalizar la respuesta a esos problemas y ser capaz de solucionarlos. Pero volviendo al caso particular de la información geográfica, tenemos ya un proyecto muy consolidado de cartografía colaborativa, como es OpenStreetMap, que podría ser una alternativa para administraciones locales que no cuentan con muchos recursos para generar por sí mismas una cartografía propia y mantenerla. Incluso para entidades que sí los tienen, también es una opción. El ayuntamiento de Nueva York experimentó con ello hace años, uno de sus técnicos lo explica en este vídeo. ¿Por qué no seguir experimentando por esta vía?, ¿Por qué no darle una oportunidad a la cartografía colaborativa?. Para ciertas actividades de gestión es una fuente de información perfectamente válida, y complementaria a que para otros usos se siga necesitando otro tipo de cartografía más profesionalizada.

Por ejemplo, como ciudadano preocupado por la gestión de lo público, hice el experimento de tratar de conseguir, por mis medios, una cartografía actualizada, y más acorde con la realidad, de las calles de mi pueblo. Gracias a OSM la parte de conseguir la cartografía de las calles fue fácil, ya está ahí, libre para su uso. En su base de datos, con la etiqueta smoothness podemos establecer el estado. Aunque está pensada para definir como son las vías respecto al paso de vehículos, nos vale perfectamente para clasificar el estado del pavimento, desde excelente hasta muy mal, pasando por bueno, regular o malo. Con la parte tecnológica cubierta, conseguir el mapa de esta segunda imagen, me costó un pequeño paseo para revisar alguna calle por la que no paso tan a menudo y pongamos media hora de edición delante del ordenador.

Mapa calles OSM

De esta forma es muy sencillo poder visualizar en un mapa el estado de las calles, actualizado por quien todos los días está pasando por ellas. Con una fuente de información cartográfica, que para este tipo de uso, cumple holgadamente en términos de calidad. Aquí sí, el uso de tecnología es un medio para ayudar a resolver un problema. Tecnología libre además, y datos libres, como debería de ser todo lo relacionado con la gestión de lo público. Tenemos una ciudadanía, en su mayoría, sensibilizada y comprometida con la gestión de lo público. Si por parte de las administraciones se hiciesen y se planteasen las cosas bien, con transparencia, se podrían canalizar todas esas ganas de contribuir. El reto no está en conseguir la colaboración ciudadana, sino en que quienes gestionan las administraciones entiendan este tipo de cosas.

Bonus extra

Con este pequeño notebook de Jupyter, se visualiza la información actualizada de las calles obteniéndola directamente de la de la base de datos de OSM, a través de la API de Overpass. Puedes adaptarlo para hacer el ejemplo con tu pueblo, barrio, etc. De esa manera contribuirás a mejorar la base de datos de OpenStreetMap.