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Este pasado fin de semana en la salida larga de bici aprovechamos para darle una vuelta al circuito de bici del Triman, una de las ventajas de tener un ironman al ladito de casa.
Normalmente durante el año se hacen varios training camps en los que los organizadores invitan a todos los participantes a reconocer los circuitos de los tres sectores, además, el año pasado hice el medio ironman que comparte circuitos con su hermano mayor, así que en realidad ya lo conozco bastante bien. Aún así siempre viene bien reconocer el terreno y sobre todo en el sector de ciclismo.
Reconocer el terreno
Tener la oportunidad de reconocer el terreno en cualquier prueba siempre viene bien, especialmente en un triatlón de larga distancia me parece vital conocer el circuito de ciclismo. Si bien te puedes hacer una idea con el perfil y con los tracks o mapas que se suelen poner a disposición de los participantes, no hay nada como verlo y probarlo en persona.
Poder hacerlo en cualquiera de los tres circuitos es lo ideal, pero me parece más clave en el ciclismo. La natación por ser en un medio tan cambiante como es el mar, aunque lógicamente ayuda, no me parece tan clave porque el día de la prueba las condiciones pueden hacer que varíe completamente y no se parezca en nada al día que se hizo el reconocimiento. Recuerdo el año pasado reconociendo el circuito de natación del Triatlón de Riazor, con olas muy seguidas, marea alta, bastante corriente… y el día siguiente, que era el de la prueba, tocó marea baja, el mar como un plato y poquísima corriente. En el de carrera a pie se pueden sacar algunas conclusiones más, ya que no va a cambiar tanto, las cuestas estarán en el mismo sitio, se puede ver donde hay zonas más desprotegidas y que pueden ser un problema con el viento, como está el terreno, etc…
Pero donde sin duda me parece vital poder hacer un reconocimiento es en el sector de ciclismo, por muchas razones. Primero por hacerse una idea real de los desniveles, y ver si el perfil hace justicia o no. Es importante también poder hacerlo con la bici con la que se va a competir, de forma que podamos probar los desarrollos, ver si llevamos suficiente, en que zonas se puede ir con plato, cuando es mejor quitarlo para descansar un poco las piernas, ver que tipo de perfil es mejor llevar en las ruedas, si hay zonas de viento o no, etc…
Otra ventaja de reconocer el terreno es poder hacer una estrategia sobre el mismo, ver como está estructurado el circuito nos ayudará a planear en que zonas apretar, cuando intentar descansar un poco, incluso planificar la nutrición. Comer en la bici a veces no es sencillo así que está bien también conocer en que zonas se puede hacer de manera más fácil.
El circuito del Triman
Como decía al principio, el circuito del Triman lo conozco ya bastante bien, además de competir el año pasado en el media distancia, he hecho ya varios reconocimientos, incluido este último. Lo que no he podido hacer aún es reconocerlo con la bici del ironman, siempre lo he hecho con la de carretera, así que espero en breve poder probarlo con la otra.
El circuito es un ida y vuelta de 45 kilómetros en total, por tanto serán 4 vueltas hasta completar los 180 totales. Está cortado totalmente al tráfico el día de la prueba así que es bastante ancho y con buen asfalto. Es un circuito bastante llano, o al menos todo lo llano que puede ser en Galicia, donde en realidad cualquier cosa llana siempre pica un poco para arriba o un poco para abajo. Al principio del circuito hay una subida de unos 3 kilómetros que aunque no es muy muy dura, hay que pasarla 4 veces. El año pasado en el medio, donde se daban 2 vueltas recuerdo subirla bastante a tope y creo que al final pasa algo de factura, así que este año el plan es tomarla con más calma, aprovechar para comer y beber e intentar subirla con más cadencia para no cargar en exceso las piernas.
Es un circuito también bastante recto, sin demasiados giros complicados, un par de rotondas, pero muy anchas y con un giro de 180 grados al final, un poco más delicado ya que se gira en la propia carretera. Lo bueno es que justo en este giro está colocado uno de los avituallamientos por lo que ya de por sí se ralentiza la marcha.
Más adelante tocará analizar los otros dos sectores, sobre todo para el de natación cuando llegue la primavera, porque la temperatura del agua gallega no está para muchas bromas ahora mismo, ni siquiera con neopreno.