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Llevo unas semanas encontrándome bastante bien en lo deportivo, sobre todo en los entrenamientos en bicicleta y corriendo. En esta fase de la temporada estamos haciendo bastantes series en Z5, ritmo de un 5000, y me estoy encontrando bastante cómodo la verdad.
Todo esto está muy bien, lógicamente, pero aún faltan 4 meses para el ironman, y me empiezo a preguntar si no estaré alcanzando ya mi pico de forma, demasiado pronto, ya que normalmente un pico de forma sólo se puede aguantar durante unas semanas.
Mi plan de entrenamiento está enfocado al ironman, como ya expliqué cuando hablé de él y está orientado a estar a tope justo en esas fechas. El problema es que a veces es complicado seguirlo, no tanto ya por los entrenamientos sino por las pruebas. A todos nos gusta competir, pero a veces no toca, o toca no ir al máximo. Las competiciones dentro de un plan de entrenamiento para un objetivo están bien, cuando tienes que correr 20 kilómetros tú sólo a veces no apetece mucho, pero si aprovechas una media maratón por ejemplo, con compañeros y con mucha más gente, pues se lleva mucho mejor.
Los picos de forma
Los deportistas no pueden estar siempre al 100%, el cuerpo humano necesita descanso y períodos de menos actividad o menos intensa. Esto hace que a lo largo de la temporada haya ciclos en los que se está más en forma y otros en los que menos. La clave está en ser capaces de hacer coincidir los mejores momentos de la temporada justo con nuestros objetivos.
La teoría está genial, pero en la práctica ¿cómo sabemos cuando estamos en un pico de forma y cuando no?. Una de las dudas que también me están entrando estos días es si realmente estoy entrando en un pico de forma o es que simplemente estoy progresando. No llevo lo suficiente en esto como saber exactamente cual es mi estado de forma ideal. Los profesionales se conocen al dedillo y saben cuando están a tope y cuando no, cuando pueden mejorar o cuando están ya en su zenit de la temporada. En el caso de los amateurs, cuando se lleva mucho tiempo también es más fácil, aprendes a escuchar a tu cuerpo y sabes en que punto estás.
Yo esto todavía no lo tengo claro. Sé que he progresado, y que con respecto a la temporada pasada a estas alturas estoy mucho mejor, de hecho creo que estoy mejor que en cualquier momento de la temporada pasada. Lo que me falta es saber si esta progresión es todavía ascendente o no. Supongo que la respuesta no la tendré hasta más adelante, cuando pueda analizar todos los números, y cuando tenga más experiencia escuchando a mi cuerpo.
Una cosa que me está sirviendo un poco para tratar de ver esto es Strava, donde tengo todos mis entrenamientos. Con esta aplicación es bastante fácil seguir tu propia progresión y comparar entrenamientos similares en distintos momentos, al recopilar los tiempos por segmentos es fácil poder comparar los tiempos, aunque hay que ir con cuidado no siempre te indica que tu estado es mejor o peor, hay que tener en cuenta que los diferentes tiempos en un mismo segmento pueden corresponder a actividades distintas, un día puede ser que simplemente pasases por él en una salida larga y tranquila y otro día puedes haber hecho series en ese tramo.
Aunque esto pueda ser una ayuda, no hay nada como aprender a escuchar a tu cuerpo e ir acumulando la experiencia suficiente para conocerse cada vez más, saber cuando se puede ir a tope y saber cuando toca descansar o tomarse las cosas con un poco más de calma.